Ojos color tierra

Ojos color tierra, 

rojo como la sangre que corrió tras la guerra,

una historia tersa llena de arrugas 

y un pueblo clamando por ayuda.

Dominados por seres desconocidos

que no fueron bienvenidos,

venían de lejos con un mensaje,

amargo y funesto brebaje.

Y lo digo porque lo siento 

y para que fluya con el viento,

para que no cese en un pensamiento,

para frenar el sufrimiento.

Epidemia que invade 

pidiendo sin cortesía que no se le degrade.

En sí, un camino mas no un final,

largo mas no unidireccional.

Fotografía: Mauricio Valverde.

Tiempo y memoria

Todos dicen que el tiempo corre, pero yo creo firmemente que el tiempo vuela, sí vuela, sin ataduras que lo amarren al suelo. El tiempo me revela cada noche una pizca de lo que vendrá, el futuro incierto dirán algunos por allá y otros dirán que son tonterías. Pero de lo que la humanidad se ha convencido es que ha sido complicado descifrarlo intentando separarlo en períodos cuando todo es un ciclo, así como una espiral que da vueltas en el mismo lugar. El tiempo infinito nos ha acompañado y lo seguirá haciendo.

      Como decía al inicio el tiempo vuela últimamente, tratando de alcanzar una meta que no se ve a lo lejos y que ninguno de nosotros puede ver. ¿Cuántos segundos mirando a la nada? ¿Cuántos minutos ante un ser inerte que nos aleja intentando acercarnos? ¿Cuánta vida desperdiciada hasta despertar? Si el tiempo tuviese voz les diría que como él vivan sin cadenas al suelo que les impidan arriesgarse para convertir momentos en magia y revivir momentos empolvados.

Pintura: La persistencia de la memoria, Salvador Dalí.

Luz nocturna

Circunferencia perfecta.
Vuelta al Sol
desde su centro,
sublime y bella.

Ojos que sueñan de día
y viven de la noche.
Luces que alucinan
y crean esa locura mía.

Ritmos acompañados de calor,
melodías
y quién sabe
tal vez algún soñador.

Fotografía: Toby Hoos.

10 días

Sirena sumida en estrellas,
peces de colores levitando
rozando la piel, vía al alma.
Camino a la verdad que busco.

Más nuevos ideales encontrados
en carreteras que no tienen fin.
Más nuevas personas esperando
un reencuentro en la consciencia.

Abrazos, miradas y suspiros
crecen de una misma raíz.
Somos hojas interconectadas
por líneas corriendo kilómetros.

Las palabras que no se las lleven
el viento ni tampoco el tiempo.

Experiencias que nos dan un giro

  

con la bella acción de detalles.

Fotografía: Anabelle Louw
Joel Sánchez