Porque los sueños son así
de irreverentes e iracundos,
avivando mis preocupaciones
y despertando mis anhelos.
Caer en la sincronía de una pesadilla,
sobresalto posterior a la alarma,
para volar en un avión de manos y piel.
Danzar y mostrar la esencia latina,
que es tan tuya y tan mía.
Viajar y quedarnos
en la templanza que el mar acoge.
Finalmente dormir en paz,
después de habitar el dolor de cabeza
para darle rienda suelta a lo onírico.
Fotografía: Kevin Cordero.
Fotografía: Kevin Cordero.
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