Mientras tanto en la
metrópolis de la desilusión
seres mueren y estrellas nacen.
Sesgado por la retina
pública suele verse
aquel extraño individuo
recorriendo avenidas
sin destino o
perturbación alguna.
Súbitamente y casi
sin darse cuenta
voltea en alguna esquina
voltea en alguna esquina
para encontrarse
con lo extraño,
tierras que yacen
lejanas del recuerdo.