El palpitar de las masas
me movía en ese momento
de un lado a otro
sin ningún consentimiento.
Cada uno de nosotros
buscando redención
ante la fugacidad de la vida.
Encontramos comunión
siendo las gotas de sudor
del de al lado nuestro.
Los tejidos de esta historia
se crearon allá
cantando en una noche
del lejano diciembre.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario