Tantas cotidianidades
se presentan tras
el niño del pan
bajo el brazo
y el sol que se esconde
entre las avenidas.
De las montañas de arena
pretenden huir los demás
al sentir el polvo
deslizarse por su torso.
El miedo a arrepentirse
no parece ser una opción
que valga la pena
para quedarse quieto.
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