El ying y el yang,
ya decidirá usted
quien es el bien y el mal.
En aquellos tiempos
parecíamos un gato
aterrado por su sombra
entre callejuelas
de la periferia,
la adrenalina insegura
se sobresaltaba
dentro de nuestros cuerpos.
En tiempos como estos,
con paso apresurado
esquivamos la mirada
de cada transeúnte
No hay comentarios.:
Publicar un comentario