sábado, 16 de junio de 2018

Redención

De santos de carne y hueso
pretendemos encontrar la salvación,
más bien la sanación
del espíritu.
Pobres humanos dioses
de su propio cuerpo,
porque su realidad está destinada.
Sin más esperan el
momento de su redención
cuando el fuego
ocupe el cielo y
los muertos ocupen la tierra.
Hasta entonces
reinará la incertidumbre
de la primera trompeta.


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