miércoles, 29 de noviembre de 2017

Canto a mí mismo por Walt Whitman

Primera parte

Me celebro y me canto a mí mismo.
Y lo que yo diga ahora de mí, lo digo de ti,
porque lo que yo tengo lo tienes tú
y cada átomo de mi cuerpo es tuyo también.

Vago…… e invito a vagar a mi alma.
Vago y me tumbo a mi antojo sobre la tierra
par ver cómo crece la hierba del estío.
Mi lengua y cada molécula de mi sangre nacieron aquí,
de esta tierra y de estos vientos.
Me engendraron padres que nacieron aquí,
de padres que engendraron otros padres que nacieron aquí,
de padres hijos de esta tierra y de estos vientos también.

Tengo treinta y siete años. Mi salud es perfecta.
Y con mi aliento puro
comienzo a cantar hoy
y no terminaré mi canto hasta que me muera.
Que se callen ahora las escuelas y los credos.
Atrás. A su sitio.
Se cuál es mi misión y no lo olvidaré;
que nadie lo olvide.
Pero ahora yo ofrezco mi pecho lo mismo al bien que al mal,
dejo hablar a todos sin restricción,
y abro de par en par las puertas a la energía original de la naturaleza desenfrenada.

Walt Whitman

Traducción de León Felipe


viernes, 24 de noviembre de 2017

Vivas nos queremos

Los siguientes fragmentos fueron inspirados en las 25 víctimas de femicidios que el Organismo de Investigación Judicial (O.I.J) ha registrado en lo que va del año 2017.
El cartel fue realizado por Marilyn Román y la fotografía fue tomada por Kevin Monge en la Manifestación contra la violencia hacia las mujeres, San José, Costa Rica.

Los fragmentos no están basados en hechos reales. 

Mujeres, a ustedes quienes se les arrebató la vida por hombres que las creían suyas. De sus alas que un día sin más fueron cortadas va esto.




Problemas, ¿de qué puedo quejarme si las relaciones son así? Es decir, sacrificar para que se siga el rumbo que debería seguirse. Pues no, me había equivocado el rumbo que seguíamos terminó asesinándome con un arma blanca en alguna de esas noches de enero.

Golfito, Puntarenas.


Desde arriba podía ver a mis hijos entre mar y tierra, pues no se me permitió seguir viéndolos a los ojos como solía hacerlo antes de besarles la frente para irme al trabajo. Aquella mañana sin saberlo fue la última, un día que culminó con una conversación sobre divorcio.

San Carlos, Alajuela.


Al menos una noche a la semana mi novio y yo escuchábamos a nuestra vecina llorando pidiéndole a su esposo que no le hiciese daño a sus hijos. Los gritos eran silenciados y en su lugar se escuchaban estruendos contra las paredes. Quizá si no hubiésemos esperado un día más para denunciar ella estaría viva.

Heredia, Heredia.


Cuando lo vi en una tarde cerca del mar me regaló una sonrisa de vuelta. Desde ese momento siempre fue detallista y amable, lo amaba. En algún punto algo en él o en mí cambió dándole paso a la cadena que me tenía bajo control día y noche, cada salida y llegada. Perdí contacto con las personas que más amaba.

Pococí, Limón.

Habíamos sido pareja, pero nosotros ya no éramos los mismos así que en una tarde cuando nos sentamos a hablar le dije entre líneas que la relación nos estaba dañando a ambos. Él me pidió quedarme, pero yo no acepté. Constantemente me buscaba pidiendo lo mismo hasta que un día entró con arma en mano y el color negro se apoderó de mi mente. 


Liberia, Guanacaste.

El cambio está en toda la ciudadanía quebrantando estereotipos que nos hieren y dejando de ser cómplices.

El cambio está en nosotras, vivamos en sororidad sintiendo que somos una y nunca estaremos solas. 

En honor de las que ya no están, no dejés que te quiten tus alas.

Un abrazo.


viernes, 17 de noviembre de 2017

Jeroglíficos

Una historia
de números y letras
que se regodean
en el hipocampo.
Una coartada
de las horas
que escapan
por la oreja.
Un reguero
de ideas
desperdigadas
en la alfombra.
Un ser,
quizás humano,
se encontraba
cavilando.



viernes, 10 de noviembre de 2017

Nocturna

Siempre fuiste una idea,
de aquellas recurrentes
cuando caía el sol
y te encontraba
esperando el día.
Después del tiempo
decidí recordarte
como una idea nocturna,
pues la claridad
nunca llegó
a desvelar quién eras.
Eras percepciones
y algunas cuantas
concepciones
que recogí,
así como se recogen
flores en los jardines,
pero ya comprenderá
que la luz de la luna
no parecía ser suficiente
para reconocerlas.

Fotografía por: Bryan Sánchez

sábado, 4 de noviembre de 2017

Fragmentos: Lluvia y noche

La soledad es tan sobrevalorada
en aquellas noches de tormenta
donde lo único que se necesita
es arte y buen vino.
Después de tanto contratiempo,
estamos donde tenemos que estar
compartiendo lo que sería
una simple filosofía de vida
mientras sentados
tras la ventana
vemos aquellos llamados
haces de luz perseguidos
por una tribu tamborileando
violentamente la atmósfera.

Fotografía: Sebastián Berrocal.