¿Y si nos dijeran que somos
aventureros de la vida?
Responderíamos con algarabía
que siempre lo hemos sido.
Nuestros pulmones están llenos
de aquel aire sanador,
aire húmedo que no desarmonizó
durmiendo en el bosque.
¿Y si nos dijeran
que no vale la pena?
Nos quedaríamos sobre las piedras
viendo los astros multiplicarse.
Nuestros ojos adecuándose
a la oscuridad infinita,
murmullos en la orilla
que se aproximan.
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