sábado, 26 de agosto de 2017

Neblina

Tenemos marcas en el cuerpo
de los tiempos 
en los que perseguíamos la neblina, 
guarida del vaivén sobre el asfalto
y de las palmadas bulliciosas,
mientras escuchábamos 
al aguacero 
llegar susurrando
cuando éramos los únicos
en el lugar.
Le lanzamos al cielo 
un grito que lo atravesó
y rebotó en las piedras 
sin tener oído donde llegar.



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