Caer dormida ante el mar
y su inmensidad
caer rendida ante su mirada
y su tempestad.
En el cielo el violeta y azul
fundiéndose, matándose.
Abriendo una puerta
a un nuevo mundo.
Mundo donde la tristeza es pasado
y donde no existen diferencias
entre vos y yo,
entre ellos y nosotros.
Mundo donde la semilla germina
de prisa hacia abajo
y donde andamos caminando
sobre estrellas.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario