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viernes, 28 de julio de 2017

Fusión

Soy mezcla del pasado 
que grita tras de mí
conforme avanzo.
Soy gota de sangre
de la tribu resistiéndose.
Soy la bala
que acecha la piel.
Soy la ambición 
del conquistador
con el temor de la víctima.
Soy lamento y algarabía.
Tengo ojos vidriosos 
suplicantes al amanecer 
y un corazón de hierro 
cuando se asoma el ocaso.



viernes, 21 de julio de 2017

Infante

Brindemos por aquellos sueños
de la infancia que no se cumplieron
pues de alguna forma volvemos a ellos.

La rueda que giraba
y de la que temías caer,
el triunfo en aquella carrera
que tanto esperabas.

El abrazo de tu madre 
que pudo haberlo dicho todo,
la oportunidad que no aprovechaste.

Tantos anhelos
que mantienen viva la chispa de la vida.
No dejes que muera 
para que los sueños puedan alcanzarte.






viernes, 7 de julio de 2017

Guatemala

Gotas de sangre de mí,
que vienen de acá,
porción de tierra maya
rodeada por la inmensidad
donde los kaqchikeles
pintan el lago de azul
y el cielo zafiro claro.

Manos hechas de sol y maíz 
que curan todo mal
antes de que suba la marea.
No me voy sin decirte
Matyox Guatemala 
por mostrarme Centroamérica 
con ojos nuevos.


miércoles, 5 de julio de 2017

Autoquiromancia por Miguel Ángel Asturias

Leo en la palma de mi mano, 
Patria, tu dulce geografía. 
Sube la línea de mi vida 
con trazo igual a tus volcanes 
y luego baja como línea 
de corazón hasta mis dedos. 
Mis manos son tu superficie, 
la estampa viva de tu tacto. 
Mapa con montes, montes, montes, 
los llamaré Cuchumatanes, 
como esas cumbres que el zafiro 
del Mar del Sur ve de turquesa. 
El Tacaná, dedo gigante, 
guarde la entrada del asombro 
donde el maíz se vuelve grano 
ya comestible para el hombre, 
cereal humano de tu carne. 
El monte claro de la luna 
es en tu mano lago abuelo 
con doce templos a la orilla. 
De allí partió tu pueblo niño 
-modela, pinta, esculpe, teje- 
a la conquista de la aurora. 
Polvo de luz en la tiniebla, 
línea del sol en la canora 
carne del cuenco de mi mano, 
caracol hondo en que palpitan 
atlantes ríos acolchados 
y otros más rápidos, suicidas. 
Oigo pegando mis oídos 
al mapa vivo de tu suelo 
que llevo aquí, aquí en las manos, 
repicar todas tus campanas, 
parpadear todas tus estrellas. 
Al desposarme con mi tierra 
haced, amigos, mi sortija 
con la luciérnaga más sola. 
La inmensa noche de mi muerte 
duerma mi sien sobre mi mano 
con la luciérnaga más sola.

Miguel Ángel Asturias